viernes, 25 de mayo de 2012

CAPITULO III: EL PUENTE DEL MILAGRO

En 1579 una piadosa mujer de Badolatosa se puso en camino para ir a rezar a la capilla como de costumbre ante la imagen de la virgen y llevarle una botella de aceite para alimentar la lampara que la alumbraba día y noche.

Salió del pueblo con buen tiempo; más al salir a los montes para llegar al santuario se desencadenó una tormenta que la asustó. Los truenos retumbaban en los valles, los montes y los arboles eran heridos por los rayos. Un diluvio de agua convirtió los arroyos en ríos y aquella piadosa mujer solo sentía que no podía llegar a la Ermita al impedirselo la crecida del arroyo del Pontón. Desde donde estaba veía el santuario de la Virgen, su alma había penetrado en él, pero anhelaba ver con sus ojos a la Madre de las Misericordias y desahogar así su corazón; los seres que se aman ansían estar juntos; el amor es fuerte como la muerte y vence todos los obstáculos.

La mujer llena de fervor y confianza clamó a la Virgen diciéndole: "Muestra qué eres mi Madre y mándame ir a tu lado." Y la Reina del cielo le contestó: "Oigo tu voz, ven hija mía." Y al momento dos empinados peñascos que se hallaban en las opuestas riberas del arroyo se desplomaron por sus bases encontrándose uno con otro en su caída y formaron un sólido puente por el que pasó sin peligro la mujer a la Virgen de la Fuensanta. Así en la actualidad el puente se conserva en el mismo sitio y se puede visitar y es conocido como el Puente del Pontón o Puente del Milagro.

**Resumen realizado por Dolores Carrasquilla Chacon y Chelo Gomez Cuadrado con la colaboración de  Pedro Botello Galindo***